El 2014, Carabineros clausuró varios departamentos residenciales en la comuna de Providencia por presencia del negocio de prostitución en edificios residenciales. Pero está comuna no es la única que se enfrenta a esta problemática. Las cifras de ese año indicaban 161 privados en Providencia, 49 en Las condes y en Santiago Centro fueron 22.
Los factores imprescindibles de este tema son: departamentos en barrios acomodados, clientes que prefieren estos lugares por lo discreto de las ubicaciones, dueños que ganan importantes sumas de dinero, entre otros, todos componentes que hacen de este un negocio redondo. No obstante, los residentes son los únicos que pierden, ya que, por ejemplo, no soportan el tránsito de personas ajenas a la comunidad, (la seguridad se pone en jaque cuando los conserjes validan esta situación y dejan entrar cualquier personas, a veces sin identificación); ahuyentan a los vecinos provocando la muda masiva; la desvalorización de una propiedad que se quiera vender. A muchos vecinos, no les queda más opción que la resignación. Por otra parte, uno de los grandes temas de la prostitución en departamentos residenciales es que no se paga impuesto.
En la madrugada de abril del 2013 hubo una noticia que destapó el comercio sexual en edificios residenciales: una mujer de nacionalidad colombiana cayó desde un octavo piso de un edificio de calle La Concepción. El secreto a voces se destapó. Esa comunidad había sido irrumpida por este tipo de trabajo, y algunas unidades del edificio funcionaban ilegalmente como apart hotel, según señala la prensa de la época. Es así que con la libertad con se mueve este comercio ha hecho que estas trabajadoras hasta cambien de horario y busquen la mañana para no despertar sospechas.
La Asociación Nacional de Empresarios Nocturnos (Anetur) denunció en septiembre del 2016, unos 80 puntos de «prostitución VIP» en la comuna de Providencia. Se trata de un total de 177 departamentos residenciales, ubicados en 80 edificios. La Dirección de Seguridad Ciudadana, de la Municipalidad de Providencia señala que «este es un tema muy delicado, del que estamos al tanto y estamos evaluando las acciones a tomar. Estas acciones no serán sólo de la Municipalidad, sino una estrategia coordinada con varias instituciones como Carabineros, Policía de Investigaciones, Servicio de Impuestos Internos, Intendencia, entre otros. Creemos que esta es la mejor forma de abordar el tema, ya que aqueja a un grupo importante de vecinos de Providencia que no solo ven mermada su calidad de vida, sino que además devaluadas sus propiedades».
Nueva providencia con Lyon, General Holley, Suecia, Pedro de Valdivia con Nueva Providencia, cerca de la estación de Metro Los Leones, Tobalaba con Nueva Providencia, calle Manuel Montt, calle Santa Isabel y el Parque Bustamante, se registran dentro de los puntos donde se ejerce la prostitución en la comuna de Providencia. Actualmente, Carabineros tiene los antecedentes de cientos de departamentos que operan con este tipo de arriendo, por la gran cantidad de denuncias. Pero la lucha parece en vano en algunas ocasiones, porque se cambian rápidamente de edificios, calles y barrios. Desde la institución de Carabineros indican que “este tipo de vecinos que arrienda su propiedad para estos fines, hacen mal uso, primero, porque están cometiendo una infracción al código sanitario. Además, no se hace ni siquiera un contrato de arriendo. Incluso en departamentos que ya han clausurado, en una nueva fiscalización, se encuentran con la sorpresa que siguen operando, rompiendo los sellos, siendo otro delito”. Ese mismo año, hubo 20 detenidos en Providencia por romper los sellos.
Además, Anetur presentó un registro de dos páginas web donde 300 mujeres ofrecen servicios sexuales al interior de estos departamentos residenciales, siendo las comunas de Providencia, Las Condes y Santiago, los lugares donde se concentra la mayor cantidad de “privados” en la capital.
En declaraciones recogidas del diario La Segunda de la Anetur agrega que «en estas redes de prostitución, los proxenetas son quienes arriendan los departamentos y les cobran 30 mil pesos diarios a quienes lo usan para ofrecer servicios sexuales».
A fin de cuenta, no hay una legislación clara de acuerdo a esta situación, siendo los vecinos los que más sufren las consecuencias de que sus edificios, sus hogares, se transformen en un hotel, un apart hotel o en una zona roja. Según Carabineros, en conjunto con la Municipalidad tienen la facultad de clausurar estos departamentos, pero lo cierto es que hoy es un problema aparentemente sin solución.