Corría junio del año 2009 cuando los matinales, los medios y la prensa en general daban cuenta de la historia de una mujer que se iba presa por conflictos entre su comunidad y sus mascotas. La sicóloga María Cristina Gaete, propietaria de un departamento de la comuna de Providencia, decide no pagar una multa por vivir con tres gatos, y es obligada por la justicia a pasar una noche en la cárcel de mujeres. Han pasado cerca de 6 años de esta historia y el proyecto de ley Nº 19.537 que modifica ley de copropiedad inmobiliaria en materia de tenencia responsable, aún duerme en el Congreso.

Pero ¿qué sucedió con “la mujer de los gatos” como los medios titulan la historia de María Cristina? ¿Cuánto ha cambiado el concepto de tenencia responsable de mascotas desde lo que le tocó vivir?

“En realidad ha habido cambios que en la práctica han influido en el número de demandas por tenencia de mascotas en condominios. Según recuerdo el 2012 sólo en la Municipalidad de Providencia había aproximadamente unas 3.000 demandas de esta naturaleza. Mi impresión es que este número se ha bajado notoriamente. ¿Por qué? Porque ahora se evalúa el impacto negativo sobre esa comunidad que acarrea este tipo de acción legal donde los Propietarios aparecen con abogados defensores y respaldados por al menos una Organización Animalista (por ejemplo la mía) más otras que se suman a la causa Además, existen más conocimientos legales en cuanto a la inconstitucionalidad de los reglamentos de copropiedad que prohíben la Tenencia de Mascotas. También el apoyo de los medios de comunicación y su difusión son elementos de disuasión importantes para los «odiadores» de Mascotas en Edificios. Pero también es cierto que la modificación de estos reglamentos es casi inexistente: es complejo por el tema quorum, el costo ya que implica su Inscripción en el C. de Bienes Raíces, gastos notariales, etc. En mi Edificio no fue posible hacerlo” señala María Cristina.

Cualquier podría pensar que después de lo que vivió María Cristina se habría cambiado de casa o podría haber regalado a sus gatitos, pero ella misma cuenta que “vivo actualmente con dos gatitas y un gatito. Mi condición de Propietaria ayudó sin duda, en cuanto a la relación con mis vecinos recibí apoyo y, de hecho, después del 2009 llegaron más gatitos de arrendatarias al Edificio y no hubo nunca más una demanda”.

La historia de “la mujer de los gatos” tuvo al parecer un buen final.

¿Habrá influido la historia de María Cristina? La sicóloga no duda en responder que “efectivamente influyó, hoy los dueños de mascotas en Edificios se sienten más empoderados y enfrentan a los «odiadores», más aún de inmediato plantean la defensa legal y ello desarticula a la mayoría. Los dueños de mascotas están mucho más conscientes ahora que hace 6 años atrás que sus Mascotas y ello son sujetos de Derecho”.

Pero como la historia de María Cristina, si uno revisa la prensa o incluso si uno le pregunta a un amigo, familiar o compañero de trabajo, más de alguno conoce una historia sobre tenencia de mascotas. Por ejemplo la historia de Fabiola Romo, periodista y residente hace 5 años en un edificio de la comuna de Ñuñoa. Su comunidad decidió cobrar multas por las mascotas. Donde vive Fabiola al menos hay unos 10 perros, dos gatos, una tortuga de tierra, un hurón.

Fabiola relata que “el comité de administración inesperadamente decidió cobrar una multa de 1 UF mensual a quienes tuvieran mascotas, porque algunas de ellas hacían sus necesidades en el patio común, aunque yo nunca vi ninguna usando los espacios comunes. Me cobraron una vez esa multa, pero luego se me acercaron otros residentes del edificio que tenían mascota y me dijeron que reclamáramos en conjunto”.

De esta forma, los vecinos que no estaban de acuerdo con esta decisión se organizaron y Fabiola cuenta que “fuimos a la reunión que preside el comité de administración, a la que se convoca a todos los vecinos y planteamos nuestra inquietud. Expusimos que no se podía tomar esa medida inesperadamente y mucho menos considerando que todos habíamos llegado a vivir con mascota al edificio. Así es que llegamos a un acuerdo: Dejaron de cobrar la multa, pero acordamos que sólo tienen derecho a vivir en el edificio las mascotas que estaban hasta la fecha, es decir, no se podía adquirir mascotas nuevas posterior a esa reunión”.

Ambas historias reflejan realidades que usualmente se viven en las comunidades. Asimismo la Radio Bío Bío informaba, el año 2014, que existían cerca de 700 denuncias por tenencia irresponsable de mascotas; y las principales quejas apuntaban al ruido, desechos y malos olores. Este es un tema importante dentro de la vida en comunidad, las discusiones entre vecinos y las multas a veces son más comunes de lo que se piensa, por eso este tema es importante para la gestión administrativa y por lo tanto también lo es para Edifito.