La contaminación atmosférica se ha transformado en estos últimos dos años en uno de los temas más noticiosos de la pauta mediática.
Año tras año, la falta de lluvia y la escasa ventilación nos hizo vivir difíciles días para la salud en Santiago y para muchas ciudades del sur de Chile, con índices muy peligrosos para la población.

¿Pero qué sucede cuando la contaminación está dentro de nuestro hogar?

Aunque suene increíble, lo cierto es que la contaminación intradomiciliaria es tan peligrosa como la contaminación exterior. En Chile no existe una normativa que regule los contaminantes dentro de los hogares.
Por ejemplo, se sabe que dentro de las sustancias más peligrosas para una casa es la que produce el cigarrillo.
Todavía hay personas que fuman dentro de sus domicilios y se olvidan de lo nocivo que es este humo para los niños, embarazadas y adultos mayores, especialmente cuando se evita ventilar para no perder el calor generado por los artefactos.

¿Puede ser la contaminación intradomiciliaria tan peligrosa como la contaminación externa?

La doctora María Guacolda Benavides, especialista en enfermedades respiratorias de Clínica Universidad de los Andes, indica que “en general, el humo del cigarrillo afecta a todos por igual, aunque los grupos más susceptibles son los niños, adultos mayores y otras personas que padezcan de alguna enfermedad respiratoria o cardiaca crónica”.
Para el Doctor Fernando Saldías, especialista en enfermedades respiratorias de la Red de Salud UC CHRISTUS, son:

Principales fuentes de contaminación intradomiciliaria

-La calefacción (sobre todo estufas a parafina o leña y los braseros a carbón)
-La cocina doméstica (especialmente la cocina a leña con pobre ventilación, empleadas en el sur)
-El consumo de cigarrillos en ambientes sin ventilación; el uso de productos domésticos que presentan emisiones atmosféricas (solventes como insecticidas, fungicidas o termicidas)
-Sistemas de aire acondicionado sin mantención adecuada
-El polvo en suspensión que proviene del exterior, especialmente en las ciudades con alta contaminación atmosférica como Santiago, Temuco y Coyhaique.

Según el DICTUC, en un estudio realizado el 2010, las estufas tradicionales a parafina son las que presentan las mayores emisiones de monóxido de carbono y material particulado fino.

La doctora María Guacolda Benavides, especialista en enfermedades respiratorias de Clínica Universidad de los Andes, nos aconseja para prevenir la contaminación en el hogar:

· Evitar el uso de calefacción contaminante. De no tener otra opción que no sea estufas a parafina, asegurarse de no hacerlo en espacios cerrados y sin ventilación.
· Preocuparse de hacer una mantención periódica a sus sistemas de calefacción y calefont.
· Ventilar las habitaciones.
· Humedecer paños para sacar el polvo o para limpiar el suelo, con la finalidad de no levantar tantas partículas.
· No fumar dentro de la casa, inclusive patio o terrazas.